En el 2010, Google introdujo la tecnología de pagos NFC (Near Field Contact), un sistema de pago a través del acercamiento del smartphone contra los dispositivos procesadores del pago.
Desde entonces, varias operadoras, fabricantes de telefonía, bancos y otras empresas han lanzado sus propias plataformas de pagos móviles con la tecnología de pagos NFC. Con casos buenos y malos, esta tecnología ha avanzado de poco a poco. Ahora, la firma de análisis Gartner ha lanzado una previsión hacia el mercado, indicando que en el 2015 existirán unos 685 millones de smartphones en todo el planeta compatibles con los pagos NFC.
En nuestro caso (España), hay más de 600.000 establecimientos que cuentan con terminales de punto de venta ya adaptadas a los pagos NFC.
Hay un largo recorrido para los pagos NFC en nuestras vidas
Aún así, el camino a recorrer es largo, pues son pocos los españoles que usan el móvil para pagar de modo «contactless», a pesar de que la tecnología para pagos NFC ya tiene años desde su introducción. Aunque los pagos NFC están asociados a los móviles, esta tecnología tiene mucho más campos de oportunidad. Por ejemplo, la tecnología NFC también puede ser utilizada para conectar a distintas personas en un juego móvil, hacer el envío de facturas o realizar encuestas en un local.
La situación u obstáculo gira realmente en torno al desarrollo, pues cada empresa que se introduce en una industria con nueva tecnología tiende a producir su propio estándar de trabajo, impidiendo así la existencia de un estándar común en el que todas las plataformas o empresas trabajen.
En el caso de la tecnología NFC, por ejemplo, cada entidad tiene su «sistema» y «aplicaciones». Así lo hacen Apple Pay o Google Pay, los cuales tienen tecnologías incompatibles entre ellas, lo que consecuentemente elimina la posibilidad de expansión a gran escala.
La estandarización es el obstáculo de la tecnología NFC
Un estudio del 2015 de Sybase 365 revela que justamente la falta de un estándar de pagos móviles es el principal obstáculo para que el 43% de los encuestados se adentren dentro del mundo de los pagos NFC. Por ejemplo, en España la tercera parte de los encuestados tiene miedo a los potenciales problemas de seguridad que se puedan dar a la hora de procesar la información personal en las transacciones móviles.
A pesar de que es una tecnología similar a la que emplearías en un pago con tarjetas de crédito, el saber que todos los datos están cargados en un móvil que está a la orden del día de virus, falsificación y robo, parece ser un hecho que atemoriza a más de uno.
A pesar de ello, existe una perspectiva positiva alrededor del futuro de la tecnología NFC. En cualquier caso, sí creo que el futuro del pago físico con el móvil pasa por NFC. Hace no mucho, David Pombar de Setpay nos compartía su perspectiva sobre este tema, en donde declaraba que el futuro del pago físico con el móvil pasa por NFC; al menos al día de hoy, existe cierto apoyo de las empresas de telecomunicaciones y las bancas.
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