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Internet es el lugar donde tiene cabida todo lo humano. Por eso, es el sitio en donde se puede encontrar lo mejor… y también lo peor. Así, aunque mucha gente achaque todos los males de esta sociedad a la red de redes, lo cierto es que es al contrario, es la red de redes la que tiene que achacar todos sus males a nosotros.

En este sentido, las estafas, que han existido desde que existimos, se han convertido en estafas online, pero siguen siendo prácticamente lo mismo. ¿La diferencia? Que quizá la gente no está preparada para ellas. Las estafas online avanzan más rápido que la educación online y de ahí su peligro.

Pero ¿cuáles han sido las mayores estafas de internet? Es difícil decirlo con exactitud ya que entran en la ecuación múltiples factores, por lo que nos vamos a quedar con las que han tenido mayor repercusión, aunque haya otras que hayan generado más perjuicio económico.

  1. Phishing
  2. Smishing
  3. Cupones descuento
  4. Descarga de software
  5. Ofertas de empleo
  6. Compras online

Phishing

Este tipo de estafa es la más común en la actualidad. Y eso que ya lleva muchos años entre nosotros. Se trata de un sistema creado para hacer creer al público al que se dirige que una empresa de prestigio y renombre en la cual el usuario atacado tiene cuenta, le pide sus datos de acceso e incluso sus datos financieros para intentar atajar un problema de seguridad.

¿Cómo saber si se trata de una estafa o de la empresa real? Pues es bastante sencillo si el usuario se fija en los detalles. Así, si el ataque es por medio de un email, basta con ver el correo electrónico del remitente (que no suele estar a la vista), para saber que no es un correo electrónico real.

Por otro lado, si el phishing nos llega desde otro sitio y entramos en una web falsa, bastaría con comprobar la URL para saber que no es la empresa por la que se hace pasar la que nos está pidiendo datos personales.

Smishing

Seguramente estás más familiarizado con el término phishing. El smishing tiene la misma base, pero se envía a través de un mensaje de texto o SMS. En España hemos presenciado múltiples ataques de este tipo que suplantan a empresas de paquetería.

De acuerdo con Norton, el smishing es una amenaza emergente y en crecimiento a medida que más empresas utilizan los SMS como medio de comunicación directa y rápida con los usuarios, una forma de fraude que ha alertado más a los usuarios que suelen confiar mucho más en los mensajes de texto que en los emails.

Cupones descuento

Este tipo de estafa está por todas partes. No hay más que darse una vuelta por una red social como Facebook y nos encontramos con cupones descuento a montones. Y la gran mayoría suelen ser ofertas fuera de toda lógica de mercado.

Por eso suelen ser fáciles de detectar si se tiene un ojo medianamente crítico con ello. Es cierto que en internet se pueden encontrar ofertas atractivas, pero una cosa es eso y otra cosa es que unas gafas de sol que normalmente valen 110€ se encuentren en una web a 5€. Eso no ocurre.

Cómo reconocer falsificaciones de productos online (y evitar comprarlas)

Descarga de software

Quizá estemos hablando de una de las estafas que más tiempo lleva entre nosotros. Desde el principio de la era de internet, y más cuando no había tiendas específicas de los sistemas operativos, el descargarse software era una tarea de riesgo. Había que estar muy atento para no acabar lleno de complementos innecesarios en el navegador que, en ocasiones, podían llevar también malware muy peligrosos.

Ahora el peligro se encuentra en la descarga de aplicaciones que, ofreciendo una cosa, al final acaban instalando otra o, incluso, ofreciendo el producto que luego se instala, intentando acceder a permisos que son totalmente innecesarios para su función.

Un ejemplo de ello muy famoso fue el de la app de linterna que pedía acceder a los datos de localización del usuario. Sí, estas son las estafas de software más comunes en la segunda mitad de la segunda década del siglo XXI.

Ofertas de empleo

En tiempos de crisis este tipo de estafas crecen por doquier. Se puede decir que es lógico que haya gente que intente aprovechar la desesperación de muchas personas, pero eso no quita que se pueda definir como algo realmente asqueroso.

Estas ofertas de empleo falsas normalmente solicitan dinero para empezar con el proceso. Huelga decir que no hay que fiarse de nadie que ponga una oferta de empleo en donde sea el propio trabajador el que tenga que empezar pagando. Pero muchos usuarios en su desesperación caen en el engaño.

Hay otras formas de estafas parecidas, aunque no se les suele considerar así. Son aquellas que venden libros o cursos reales garantizando que después de ello vendrá un empleo bien remunerado. O aquellos trabajos en donde se solicita gente dispuesta a trabajar duro, al principio de forma gratuita, para luego conseguir unos ingresos extraordinarios. En estos casos, que no son estafas de por sí porque se paga por los consejos, no por el empleo, lo que hay que hacer siempre es intentar conseguir opiniones sobre este tipo de oportunidades antes de lanzarse a por ellas.

Compras online

El terreno de las compras por internet es un terreno perfectamente abonado para las estafas. Por eso hay que tener mucho cuidado, sobre todo en las compras entre particulares de ciertas aplicaciones. En las tiendas online más prestigiosas este temor es prácticamente infundado porque tienen controles para ello.

Debido a esto, siempre se aconseja comprar en tiendas que ofrezcan garantías de seguridad, y que cuenten con métodos de pago que garanticen la devolución del dinero.

Imagen: Depositphotos

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