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La privacidad y seguridad en Internet se ha convertido en una auténtico reto para las empresas, que constantemente buscan nuevos mecanismos para combatir las amenazas cibernéticas que ponen en riesgo los datos personales y financieros de los internautas. Diferentes herramientas han visto la luz en este tiempo para evitar incidencias como el uso malintencionado de la información suministrada en redes o el espionaje electrónico.

Uno de los ejemplos más conocidos y estandarizados del mercado es el que logró implementar Google Chrome, que desde hace muchos años identifica aquellos sitios web que no cuentan -o no- con el protocolo HTTPS, la versión más segura del protocolo HTTP.

¿Qué es HTTPS y en qué se diferencia del HTTP?

HTTPS responde a las siglas en inglés para Hypertext Transport Protocol Secure (Protocolo de Transferencia Segura de Datos, en español), mientras que HTTP significa Hypertext Transfer Protocol (Protocolo de Transferencia de Datos Original de Internet, en español). Ambos protocolos permiten la transferencia de datos entre servidores y usuarios, pero su principal diferencia radica en el nivel de seguridad con el que cuentan esos datos que se están compartiendo. Dicho de otro modo, se diferencian en la manera en que esos datos se transfieren.

Con una dirección HTTP, una página se encuentra en mayor estado de vulnerabilidad y podría ser un blanco accesible para que un hacker lea o modifique cualquier información enviada a través de esa web (por ejemplo, los datos bancarios de un cliente que efectúa una compra online), lo que dejaría al usuario muy desprotegido.

En cambio, una dirección HTTPS se encarga de enviar los datos ya cifrados, así como también de verificar las solicitudes hechas por los internautas. Con esta acción, se evita que alguien pueda acceder a la información almacenada allí, siendo únicamente el cliente y el servidor los que pueden entrar y transferirse datos. Para conseguir que tu web cuente con este sistema de seguridad, es necesario instalar previamente una Certificación SSL.

Primer paso: Certificación SSL

La Certificación SSL se encarga de cifrar las conexiones establecidas entre el navegador web de un cliente particular y el servidor donde se encuentra alojado el sitio web al que ese cliente desea ingresar, de forma que toda la información intercambiada entre ambas partes no sea de fácil de acceso a terceros de ningún modo.

Con este certificado, se protegen los siguientes datos: 

  • Información de registro: nombre, dirección, dirección de correo electrónico, número de teléfono
  • Datos de identificación: dirección de correo electrónico y contraseña
  • Datos de pago: número de tarjeta de crédito, cuenta bancaria
  • Formularios de inscripción
  • Documentos cargados por los clientes

En ese sentido, si tu sitio web aplica la Certificación SSL, tendrá importantes ventajas por sobre los que no la tengan: asegurar la privacidad y seguridad tanto de los clientes como de sus socios; reduce el riesgo de hackeos, robos de datos e información y el uso indebido de los mismos; generar un impacto positivo en lo que respecta a los factores de ranking de las búsquedas de Google; generar confianza en los usuarios al identificar que el acceso al sitio web es seguro; mejora el rendimiento de la web por medio del uso del protocolo HTTP/2 (que permite reducir los tiempos de carga de un sitio web); ofrecer un aspecto profesional; y, principalmente, le dará autoridad y confiabilidad a tu eCommerce.

¿Cómo obtener la Certificación SSL para pasar de HTTP a HTTPS?

Es posible que tu proveedor de alojamiento web ofrezca seguridad HTTPS, aunque también puedes solicitar un certificado SSL o TLS a una autoridad de certificación e instalarlo. Hay diferentes tipos de servidores web y cada uno tiene su propio proceso para instalar y actualizar certificados SSL/TLS. Debes averiguar qué servidor web está utilizando tu sitio web y seguir las instrucciones para instalar y actualizar el certificado.

Existen varias opciones, algunas gratuitas y otras de pago. Por ejemplo, la organización sin ánimo de lucro Let’s Encrypt ha otorgado desde 2015 certificaciones SSL sin coste y fáciles de instalar, convirtiéndose así en una verdadera alternativa ideal ante los servicios de pago (cuyas tarifas varían dependiendo del proveedor) para obtener estas certificaciones.

Muchos proveedores de alojamiento web de terceros también emiten, instalan y renuevan certificados SSL y TLS. Puedes usar cualquier proveedor de alojamiento web en combinación con Google Domains, como Bluehost, Shopify, Squarespace, Weebly y Wix.

Es importante tener en cuenta que estos certificados deben renovarse de forma periódica.

Para conocer más en profundidad sobre opciones y pasos a seguir, puedes consultar el  soporte oficial de Google, que te guiará paso a paso.

¿En qué medida afecta la migración de HTTP a HTTPS al SEO de un sitio web?

Google Chrome viene detectando los sitios web sin Certificación SSL desde la versión Chrome 68 (con fecha del 24 de julio de 2018), lo cual le da un indicativo a los internautas de que aquellos sitios que aún cuentan con el protoclo HTTP no son de navegación segura. Desde que existe esta advertencia, los usuarios muestran menos confianza en las páginas HTTP, al punto de que muchos directamente las evitan o las bloquean.

Si tu sitio web realiza la migración de HTTP a HTTPS por medio de la Certificación SSL, el desempeño del SEO se verá beneficiado a mediano y largo plazo: si bien no impulsará automáticamente la mejora en los resultados de búsqueda, el no tener un certificado de seguridad implica una desventaja progresiva en la clasificación de Google, ya que el motor prioriza los sitios HTTPS por sobre los HTTP.

Por lo tanto, si quieres molar y vender, es importante y vale la pena dar el paso para agregarle una S a tu web 😉

Foto: Depositphotos.

 

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