El merchandising es una de las técnicas de venta de eficacia más contrastada. Todos hemos recibido alguna vez el regalo de un producto de una marca que hemos usado después de forma habitual. La finalidad del regalo es promocional, pero a quien lo recibe eso no le importa, porque suele tratarse de objetos muy útiles.
En este sentido, un regalo promocional debe cumplir con al menos dos requisitos: debe ser de uso común y debe tener unas características que permitan que se visibilice bien la marca. Al fin y al cabo, se trata de un quid pro quo: la empresa entrega gratuitamente a muchos de sus clientes un objeto útil, con la finalidad de que al utilizarlo genere un recuerdo positivo de marca y, a su vez, contribuya a su promoción. Por eso, el objetivo de la marca es entregar cuantos más mejor. El regalo hace quedar bien a la empresa y consigue generarle una buena imagen, a la vez que le permite disponer de un espacio publicitario gratis.
Calendarios personalizados, un clásico de los regalos
Existen una gran cantidad de regalos promocionales, pero hoy queremos ahondar en la eficacia de los calendarios personalizados. No falla: cuando se acercan estas fechas nos damos cuenta de que estamos a las puertas de un nuevo año. ¿Cómo es posible? Toca entonces hacerse con un calendario para el año que entra.
Si tu empresa consigue ser quien entregue ese calendario, logrará estar presente durante todo un año a la vista de esa persona. Los calendarios personalizados de empresa son un regalo ideal porque a todos nos viene bien tener sobre la mesa algo que nos ayude a tener un control sobre el tiempo y nuestra agenda. ¿Quién no se ha despistado alguna vez con alguna fecha en la que estaba fijada una reunión o una entrega, precisamente por no tener siempre a la vista un calendario? Un calendario nos hace aterrizar en el aquí y el ahora, en una época en la que el bombardeo de estímulos contribuye a que nuestra atención se descentre.
Los calendarios ofrecen además unas enormes posibilidades de personalización. Se puede optar por los calendarios de bolsillo, de sobremesa, adhesivos, de pared o, incluso, para las alfombrillas del ordenador. Todo dependerá de cuál sea el tipo de cliente al que pretendes llegar, y qué tipo de calendario le convenga más usar.
Tres ventajas de los calendarios promocionales
Pero además, los calendarios personalizados son un regalo ideal para la promoción de las empresas que los regalan. Precisamente por eso, es habitual que muchas recurran a ellos y empiecen a entregarlos a sus clientes en estas fechas. Y es que los calendarios cumplen a la perfección las características que mencionábamos con anterioridad:
– Son de uso común, tanto es así que solemos mirar varias veces al día la fecha en la que estamos.
– Además, el calendario es un objeto que no se deteriora y que nadie tira hasta que se cumple su fecha de caducidad: un año completo. De esta forma, las empresas que regalan calendarios se garantizan que durante un año su marca va a ser visible para todos quienes lo estén usando.
– Permiten visibilizar muy bien la marca: hay que tener en cuenta que, para que sea un buen producto de merchandising, este debe cumplir su objetivo, que no es otro que dar a conocer la marca. En este sentido, un calendario necesita el espacio para colocar las fechas, pero el resto del papel se destina a los elementos decorativos o, en este caso, a la promoción. Además, los calendarios siempre se colocan en lugar bien visible: sobre la mesa de trabajo o en la pared, por ejemplo, de modo que todo el que pasa por ese lugar va a ver la marca en cuestión.
En definitiva, regalar un calendario te permitirá acompañar a tu cliente durante todo el año, haciendo bien visible tu marca.
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