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Si eres un apasionado del mar y de las actividades que se realizan en él, probablemente más de una vez te habrás preguntado si merece la pena comprarse una embarcación, o si es suficiente con alquilar una cada vez que te apetezca navegar.

Pues bien, la respuesta a esta pregunta parece ser muy fácil si se tiene en consideración el valor del barco y más allá de esto, todos los gastos de mantenimiento que conlleva. Así pues, si la decisión tuviera que basarse tan solo en el tema económico, la respuesta sería más que evidente.

La clave está en ser realistas

No obstante, es cierto que hay que tomar una decisión teniendo en cuenta todos los aspectos, y una vez que se haya hecho un promedio de los costes que supone tanto una opción como la otra. También habrá que valorar si se vive cerca del mar o lejos de él, si de veras se tiene tiempo para utilizar tanto un barco como para que merezca la pena adquirirlo en propiedad, y si se pueden afrontar los costes de mantenimiento a los que hemos hecho alusión.

Así pues, lo más importante es tener muy claras todas las condiciones y ser realistas. Si la compra de un barco va a ser una carga económica que realmente no se pueda afrontar, será mucho más factible decidirse a alquilar.

Evidentemente alquilar un barco tiene un coste, pero este es puntual y tan solo hay que hacerle frente en los días en los que se disfrutar de la embarcación. Además, empresas como Nautal ofrecen unos precios de alquiler muy competitivos. Comprar un barco supone un mantenimiento mucho más alto incluso que en el caso de un coche.

Las ventajas de alquilar un barco

Tanto el alquiler como la compra pueden llegar a ser opciones muy interesantes en función del caso, pero lo cierto es que para una economía normal y personas que van a navegar puntualmente, es indiscutible que es mucho mejor alquilar. Veamos cuáles son las ventajas de esta opción:

  • Ya sabemos que el mar es uno de los mejores lugares al que te puedes llevar a la familia o los amigos a pasar una jornada inolvidable. Pero si alquilas en vez de comprar, tienes más dinero disponible para alternar esta actividad con otras que también os puedan llegar a interesar. En caso de que compres un barco, no tendrás más remedio que asumir un mantenimiento que quizás te deje sin presupuesto para otras opciones que no son la navegación.
  • Si compras un barco a tu nombre, lo más probable es que tengas que hacer frente tú solo a todos los gastos, tanto de adquisición como de mantenimiento. En cambio, si alquiláis una embarcación entre varias personas, os podéis repartir el coste entre todas.
  • Puedes disfrutar de un tipo de embarcación distinta cada vez, si así lo deseas.
  • No tener que hacerte cargo del mantenimiento no solo supone no tener que pagar por ello, sino que tampoco tendrás que realizar el esfuerzo que esto supone en su caso, por ejemplo llevarlo a reparar.

Imagen: Depositphotos

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