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Quizá muchos os sorprendáis de esta pregunta, máxime cuando el crowdfunding está en boca de todos y Kickstarter es la plataforma más grande del mundo. Pues sí, la pregunta tiene toda la lógica y os vamos a explicar por qué.

Todo directivo -da igual que sea de una startup o de una gran empresa- tiene una palabra en la boca: innovación. Pero el problema es que la innovación supone asumir un resultado incierto fruto del riesgo de probar algo desconocido. Y por eso la apuesta por la innovación pasa de ser un anhelo en la mente de muchos a convertirse una realidad implementada por muy pocos, solamente por los más osados y arriesgados; el resto prefieren esperar que pase el tiempo para obtener certezas sobre la evolución de las cosas y entrar cuando la incertidumbre inicial se haya disipado.

Olvidan que «si caminas por la senda trazada solamente llegarás a donde otros ya han estado»; ¿quién sacó más provecho de las redes sociales, los pioneros o los que entraron cuando ya se consolidó el modelo? Pues esto mismo está pasando con kickstarter.

Veamos en qué punto se encuentra ahora esa plataforma de financiación colectiva.

Cómo funciona Kickstarter

Sea cuál sea la categoría que exploremos, lo mínimo que nos vamos a encontrar son del orden de 500 proyectos activos. Si tenemos en cuenta que el tiempo máximo que se permite a un proyecto es de 60 días, eso significa que cada día se renuevan 9 proyectos por categoría, que en 15 categorías posibles suponen 135 proyectos nuevos día tras día, como mínimo.

Tratando de ayudar a los emprendedores, Kickstarter ofrece la posibilidad de dar visibilidad preferente a cierta cantidad de iniciativas, presentadas en su portada bajo el título de “nuevos y destacados”. Ahora bien, son tantos los proyectos que están entrando últimamente que no todos pasan por ese escaparate, siendo muy pocos los privilegiados que merecen esa relevancia tan determinante para su posterior evolución; los que no asoman a la portada quedan de manera instantánea “enterrados” entre centenares de iniciativas más y no cobran ninguna visibilidad ante los backers, al menos de modo directo.

La clave del éxito en Kickstarter

Si tenemos en cuenta que alcanzar tracción es fundamental para estar en una buena posición dentro de la popularidad de la categoría, esos minutos de gloria nada más ser lanzada la campaña condicionan decisivamente el desarrollo de la misma. Y esto es ahora una cuestión de probabilidades en donde ganar el premio gordo es cuestión de minorías. Si no te «toca» tendrás que ir planteándote invertir dinero en lograr el empuje externo que compense la falta de visibilidad interna, incluyendo campañas de posicionamiento, relaciones públicas y acuerdos con bloggers e influencers, etc.

Como consecuencia, el éxito de kickstarter como plataforma es inversamente proporcional al éxito de los proyectos de los emprendedores, o dicho de otro modo, cuánto más éxito tenga la plataforma y más usada sea, más complicado lo tienen aquellos emprendedores que apuesten por ella como herramienta para obtener liquidez.

El éxito de Kickstarter como plataforma es inversamente proporcional al éxito de los proyectos de los emprendedores

O tienes la suerte de entrar en el selecto grupo de ideas que saltan al apartado “nuevos y destacados”, o tendrás que ingeniarte para empujar duramente desde fuera, atrayendo a miles de personas a tu campaña si quieres lograr tu meta económica.

Si tenemos en cuenta que los emprendedores buscan financiación, básicamente porque no tienen el dinero suficiente para sacar adelante su proyecto, pensar en la vía del crowdfunding en Kickstarter se convierte en una pescadilla que se muerde la cola: con escasez de recursos económicos hay que ser muy ingenioso para sacar la campaña adelante.

Debes pensar también en que estás compitiendo con fantásticos proyectos de todos los rincones del mundo, algunos de los cuales (cada vez más) están confiando sus campañas a verdaderos profesionales que crean vídeos de presentación que son auténticos videoclips.

Nuestra experiencia personal en Kickstarter

Y todo esto que os contamos no es una mera especulación: son las conclusiones de dos campañas lanzadas por nuestro equipo que funcionaron de modo totalmente diferente; la primera con un gran éxito de financiación y la segunda, para un producto de gran atractivo, con un doloroso fracaso.

No había grandes diferencias en el planteamiento de ambas más allá de las singularidades del producto, y sin embargo una mereció visibilidad en su inicio y finalizó la campaña en el segundo puesto del ranking de popularidad (convirtiéndose con 116.000$ recaudados en una de las más exitosas de todas las lanzadas desde España en la competitiva sección de tecnología ), y la otra ni siquiera pasó por la portada y acabó enterrada entre centenares de iniciativas sin que la gente la encontrara.

En definitiva; no te dejes llevar por la contagiosa emoción que transmiten aquellos que logran sacar adelante sus proyectos: son una minoría a día de hoy.

La realidad es que hay muchísimas más probabilidades de fracaso que de éxito, y este último prácticamente sólo depende de la visibilidad que la plataforma le quiera dar, no de las magníficas cualidades que su solución pueda tener. Busca el modo de encontrar apoyos externos que complementen o suplan el empuje de la propia plataforma, y busca también el momento adecuado para poner en marcha tu campaña.

No te dejes llevar por la contagiosa emoción que transmiten aquellos que logran sacar adelante sus proyectos: son una minoría a día de hoy.

Kickstarter fue una gran plataforma de financiación, pero al igual que con otras muchas innovaciones, el mayor provecho ya lo sacaron los pioneros.

 Roberto Pérez Marijuán y Juan José Romero Crusat son socios consultores en SumaImportancia

Imagen: ShutterStock

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