Una de las mayores revoluciones que acompañó a la progresiva popularización de los smartphones fue la posibilidad de descargarse todo tipo de aplicaciones sin coste alguno, con el único límite de la habitualmente escasa capacidad de almacenamiento del dispositivo.
Un aluvión de juegos, redes sociales y apps de gestión, bajo el modelo de freemium comenzaron a abarrotar las pantallas de usuarios de todo el mundo, que generó grandes éxitos como el de Angry Birds. Un auténtico fenómeno de masas que ahora ha cambiado de manos: los Angry Birds levantan el vuelo: de Finlandia a Japón.
Y es que acaba de anunciarse la compra de Rovio, la empresa finlandesa desarrolladora de videojuegos (entre ellos el famoso Angry Birds), por parte de la compañía japonesa Sega (creadora de videojuegos como Sonic the Hedgehog), por nada menos que 706 millones de euros. Se espera que la operación se cierre de forma definitiva próximamente, dentro del segundo trimestre del año fiscal de Rovio.
Sega impulsará el desarrollo de sus productos y Rovio expandirá sus horizontes
Sería la especialización de Rovio en los videojuegos móviles de «servicio en vivo» lo que habría llamado gran parte de la atención de Sega. Este tipo de videojuegos son aquellos cuya mecánica permite jugarlos de modo relativamente indefinido e ir incorporando actualizaciones cada cierto tiempo, atrapando y manteniendo así el interés de los usuarios.
Ahora, con este movimiento, Sega busca acelerar el desarrollo de sus juegos a la vez que fomenta sinergias entre su marca y la propia Rovio. Por otra parte, el gigante japonés también aprovechará la experiencia de la finlandesa para llevar sus juegos actuales y los que desarrolle en un futuro a nuevos mercados en Europa y América del Norte.
En cuanto a Rovio, gracias a la experiencia multiplataforma de Sega, podrá ampliar sus posibilidades más allá de los juegos móviles. Esto podría suponer el desarrollo de videojuegos para consolas o para navegadores web.
Haruki Satomi, presidente y CEO del grupo de Sega Sammy, matriz de Sega, expuso lo siguiente acerca de la operación: “Dentro del mercado global de juegos de rápido crecimiento, el mercado de juegos móviles tiene un potencial especialmente alto, y el objetivo a largo plazo de Sega ha sido acelerar su expansión en este campo. Estoy seguro de que, a través de la combinación de las marcas, los personajes, la base de fans, así como la cultura y la funcionalidad corporativas de ambas compañías, se crearán sinergias significativas en el futuro”.
El fenómeno freemium de los Angry Birds
Ya ha pasado mucho tiempo desde que la compañía finlandesa Rovio consiguió llegar al cielo de los desarrolladores de apps. En aquel momento, 2009, sus Angry Birds aparecieron como una propuesta divertida, fresca y técnicamente bien desarrollada que hizo que millones de personas se descargasen su videojuego. A fin de cuentas, era gratis.
El éxito fue tal que las tiendas comenzaron a llenarse de camisetas, gorras y peluches de los simpáticos protagonistas de Angry Birds, que los fans del videojuego compraban a manos llenas. Pronto aparecieron nuevas extensiones para el juego original, y la gente de Rovio fue elevada a los altares del mundo mobile como creadores de un producto que apenas había tardado unos meses en convertirse en un clásico atemporal. Pero ese éxito no fue suficiente para mantener su salud financiera.
La historia de Rovio ha pasado muchos altibajos: así en 2015 decidió despedir a nada menos que el 38% de su plantilla, a causa de las malas previsiones para el cierre del presente ejercicio. Y eso a pesar de que la secuela de su gran éxito, Angry Birds 2, fue también todo un hit en las tiendas de apps. Finalmente, en ese año más de 370 personas perdieron su puesto de trabajo en Rovio.
El consejero delegado de Rovio, Pekka Rantala era bastante claro acerca de la situación de la compañía: «Esta es una decisión personal difícil. Sin embargo, una estructura más ligera y ágil es absolutamente necesaria para seguir adelante y llevar a la compañía a nuevos éxitos. En nuestra actual situación financiera, debemos poner el énfasis en lo que hacemos mejor: en crear magníficas oportunidades de juegos, crear una increíble película de animación y complacer a nuestros aficionados con grandes productos».
Rovio y las limitaciones del freemium
A pesar de que Rovio había conseguido formas de monetizar sus creaciones, como la venta de material promocional, la venta de sus propios formatos de animación e incluso el estreno de dos películas basadas en Angry Birds en 2016 y 2019, lo cierto es que en su origen, la compañía finlandesa ha tenido que luchar siempre contra la implacable limitación del modelo freemium.
Ya más adelante, en 2017, Rovio comenzó a cotizar como empresa pública. Esto lo hizo en la bolsa nórdica Nasdaq Helsinki y, todo sea dicho, no tuvo una gran recepción. Desde entonces, las acciones de la empresa no lograron remontar y su valor rondaba la mitad del que presentaron al salir a bolsa (unos 11,5€).
La situación de Rovio no era para nada idílica, pero en enero de este 2023 comenzó a extenderse la noticia de que Playtika, la compañía de videojuegos móviles israelí, estaba en negociaciones para adquirir la empresa. La oferta planteada era de 750 millones de euros, pero, como podrás intuir, finalmente no se llegó a ningún acuerdo firme y la operación fue cancelada, aunque se desconocen los motivos. No obstante, como ya sabemos, esta no fue la única oferta que terminó por llegarle a Rovio.
Foto: Depositphotos
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