Grandes empresas del Reino Unido (entre las que se incluyen los bancos HSBC, Royal Bank of Scotland y Lloyds, o la cadena de comercios minoristas Marks & Spencer) han retirado su publicidad de Google y Youtube, después de la polémica desvelada hace unos días por medios como The Times y The Guardian.
Ambas publicaciones revelaron que Youtube incluía su publicidad automatizada en vídeos con contenido ofensivo: simpatizantes de terroristas del Estado Islámico, del Ku Klux Klan, e incluso un sacerdote homófobo que celebraba la matanza del club gay de Orlando. Multinacionales como Wolkswagen y Toyota, o Havas, el gigante francés del mundo de la publicidad, entre otras, ya se han unido a las empresas británicas en esta batalla.
Google pide disculpas y toma medidas para dar a las marcas más información sobre sus anuncios
Estos días han sido muchas las críticas vertidas diciendo que la publicidad en Google y Youtube servida de forma automatizada no puede impedir, aparentemente, que sus anuncios aparezcan junto a vídeos de contenidos extremistas u ofensivos.
Ante esto, el gigante tecnológico ha decidido tomar prontas medidas para evitar por todos los medios que las grandes marcas se alejen de su red publicitaria. Ha dicho, según extraemos de Tech Crunch, que ya ha comenzado a hacer cambios y que ampliará sus controles para dar a las marcas más información sobre dónde van a aparecer sus anuncios, tanto en Youtube como en la red de display de Google.
Las áreas de cambio de Google van a ser: sus políticas publicitarias, la aplicación de las políticas, y nuevos controles para los anunciantes.
«Recientemente hemos tenido varios casos en los que los anuncios de marcas aparecieron en contenido que no estaba relacionado con sus valores. Por ello, nos disculpamos profundamente. Sabemos que esto es inaceptable para los anunciantes y agencias que confían en nosotros. Es por eso que hemos estado llevando a cabo una revisión exhaustiva de nuestras políticas y herramientas publicitarias, y hemos hecho un compromiso público la semana pasada para poner en marcha cambios que darán a las marcas más control sobre dónde aparecerán sus anuncios», han dicho los portavoces de Google al respecto.
El gigante de la tecnología, recordemos, ya había anunciado hace pocos días su intención de mejorar su servicio con un equipo de 10.000 expertos que identifiquen contenido ofensivo o molesto en los resultados de búsquedas. Ahora, tras la polémica, también ha señalado que reforzará sus recursos, acelerará el tiempo de las revisiones, y dará a anunciantes y agencias más transparencia y visibilidad en torno a sus anuncios y el contenido de sus vídeos.
De este modo, aquellas marcas que se quejen sobre el lugar en que aparecen sus anuncios, podrían tener acceso a un nuevo camino de escalada que les haga más fácil el poder plantear cuestiones sobre los mismos.
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