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España lleva desde el principio de la semana bajo un paro en el sector del transporte por carretera, que fue convocada en un principio por una asociación minoritaria y poco conocida de transportistas y que luego, al más puro estilo red social, se volvió viral, haciendo que su alcance se ampliara cada vez más en distintos sectores del país.

Un paro que llega en un contexto en el que la cadena logística global está terriblemente tensionada por múltiples factores, que van desde los problemas en el tráfico marítimo (crisis del Evergreen, crisis por el cierre de puertos en China, falta de contenedores) a confinamientos masivos en ciudades clave en la cadena de suministro), la escasez de componentes semiconductores, la incertidumbre alrededor del suministro de materias primas procedentes de Ucrania, las compras de pánico de algunos consumidores de alimentos como el aceite de girasol (al más puro estilo papel higiénico durante los primeros momentos de la pandemia) o, como no, el alza de los precios de los carburantes.

Como nos contaba Alberto Abel Sesmero (Alibaba Group) en este artículo de noviembre pasado, » Se está produciendo un bullwhip effect o efecto látigo: cuánto más larga es la cadena de suministros, más grande es el golpe. Y cuanto más largo es el látigo, más duele». 

Y el último chasquido del látigo se está produciendo en la carretera.

«El desabastecimiento será inevitable e inmediato»

Esta protesta indefinida de transportistas fue convocada para la medianoche del pasado lunes 14 de marzo por la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional, quienes, a través de un comunicado oficial publicado en su sitio web, dieron las razones detrás de esta convocatoria. La Plataforma buscaba sentarse a negociar con los ministerios competentes, considerando que el 90% de los transportistas pertenecientes a pequeñas y medianas empresas se encuentran en una situación de quiebra a nivel económico denunciando el alto precio del combustible, así como las pésimas condiciones laborales a las que estos camioneros están sometidos.

Por ser este un organismo con poco peso (hasta ahora), tanto autoridades públicas como sindicatos y organizaciones mayoritarias en el sector pensaban que la huelga no pasaría a mayor escala. Pero la estrategia de los organizadores del paro, estableciendo piquetes estratégicos en puertos y centros de logística a gran escala, ha resultado un éxito. En su último comunicado, de la noche del miércoles explicaban además que  como consecuencia del paro el desabastecimiento será «inevitable e inmediato», según han puntualizado los convocantes:

«Nos sentimos totalmente despreciados por las palabras de la Ministra hacia miles y miles de familias del sector de base. Se está abocando y criminalizando de manera plenamente injusta, a la parte más importante y esencial de un sector que sin ellos la mercancía quedaría siempre en las almacenes de esa mayoría a la que alude la Ministra (Los transportistas sin camiones del comité)

El desabastecimiento será inevitable e inmediato, pero nunca se nos podrá culpar de no trabajar por no poder perder más dinero y por no tenerlo. Desde Plataforma seguiremos hasta el final, con nuestros camiones parados y concienciando a los pocos compañeros que todavía no decidieron el apoyo a la lucha por su pan.

Señora Ministra, si de verdad le tiene algún aprecio a su País, no dé lugar a males mayores«.

Whatsapp, redes sociales, bulos y viralidad

Lo cierto es que este conflicto ha tenido un desarrollo considerable en las redes sociales. Durante estos últimos días apps de mensajería como Whatsapp y redes sociales como Twitter han servido de forma vital para la aceleración de la velocidad de propagación de la protesta.

Pero no solo ha habido información circulando sobre el paro. Desde las primeras horas se registraron distintos bulos alrededor de la convocatoria. Así, por ejemplo, en WhatsApp circulaba un audio desde antes del lunes en el que se aseguraba que las empresas del sector alimentario y de logística estaban en huelga, por lo que se les exhortaba a los usuarios a que compraran suficientes provisiones de alimentos porque la escasez de estos se veía inminente. En aquel momento, todas las previsiones oficiales apuntaban a que el alcance del paro sería muy limitado.

En este sentido, el portal especializado en fact-checking Maldita ha debido aclarar múltiples informaciones falsas y polémicas acerca de este conflicto, que van desde las diferencias entre una huelga y un cierre patronal, a desmentir informaciones falsas sobre atascos gigantescos, subida de impuestos al combustible o incidentes violentos entre policía y piquetes.

Impacto en la cadena logística y problemas en el transporte de alimentos

«Con motivo de la huelga de transportes y de la situación de bloqueo que se está produciendo en algunas carreteras de nuestro país, actualmente se está impidiendo la libre circulación de vehículos y, por tanto, se están ocasionando graves problemas en el abastecimiento de mercancías necesarias para el normal funcionamiento de muchas empresas del sector de la alimentación», aseguran varios miembros del sector de la industria alimentaria a Eleconomista.es a raíz de este paro.

De hecho, el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), organización que agrupa a distintas confederaciones, federaciones y asociaciones de transportistas, han anunciado que no se unirá a ese paro.

Por su parte, la Organización Empresarial de Logística y Transporte de España (UNO) ha expresado su preocupación por la «alarmante situación que se está viviendo hoy debido a la acción de los piquetes en los principales nodos logísticos de España», alertando sobre las graves consecuencias que esto traería en materia de distribución, ya que “se están produciendo numerosos incidentes que están provocando un bloqueo en diferentes rutas de nuestro país, lo que está generando, a su vez, roturas de la cadena de suministro”, según ha expuesto el presidente de esta organización patronal, Francisco Aranda.

Asimismo, el directivo ha denunciado que «se han registrado pinchazos a camiones, roturas de lonas, lanzamiento de piedras, etc., que han provocado que muchas empresas no acometan sus rutas previstas debido a la inseguridad existente. Necesitamos más seguridad para garantizar el abastecimiento”.

Lo cierto es que las incidencias han sido múltiples. Por ejemplo, el puerto de Bilbao ha tenido que paralizar sus operaciones, haciendo que, por ejemplo, los pescadores del Cantábrico no salgan a faenar hasta el lunes. Esto está ocasionando graves problemas en la distribución de mercancía hacia establecimientos como Mercamadrid.

Toda esta situación ha permeado en lugares como Baleares, donde transportistas de mercancías de Baleares declararon este jueves que por el momento siguen en pie sus intenciones de llamar a paro indefinido a partir del día 28 de marzo y que, aunque el objetivo es «llegar a una solución con el Govern y el Gobierno central», por ahora no se pueden «echar atrás».

Mientras tanto, en Asturias, la Federación Asturiana de Empresarios expresó que hay un vandalismo en el transporte que actualmente «está asfixiando a las empresas asturianas», y han pedido a la Delegación del Gobierno que «ponga ya» todos los medios para que la distribución de los suministros esenciales sea garantizada.

«Se podrá llegar a parada de plantas»

La reacción al paro ha llegado desde todo tipo de sectores. La Asociación Española de Industriales de Plásticos, ANAIP, alerta de que «el paro indefinido del sector del transporte de mercancías por carreteras que comenzó el pasado lunes está teniendo consecuencias muy negativas en el acceso a materias primas de la industria de transformación de plásticos. Si esta situación continúa se podrá llegar a parada de plantas por falta de suministro de materias primas provocando así el desabastecimiento de productos esenciales como alimentos envasados, productos de higiene y limpieza o filmes necesarios para el transporte y la logística de todo tipo de mercancías.

Desde ANAIP avisamos de que este paro puede derivar en las próximas horas en cortes en las cadenas de suministro con graves consecuencias para la ciudadanía y las empresas».

Tal como recoge la Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE) en un comunicado, «gran parte de los productos químicos fabricados por sus asociados son fundamentales para los servicios esenciales de salud e higiene o alimentación. Después de 72 horas de paro, la situación se está recrudeciendo y han llegado a producirse episodios de violencia del todo inadmisibles. Por eso, desde la asociación reclamamos una acción urgente de las autoridades para atajar los actos violentos, proteger a todos los profesionales del transporte que no se sumen al paro y garantizar el equilibrio entre el derecho a la huelga y el abastecimiento de productos esenciales».

La ministra llama a la calma

Ante toda esta situación, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha asegurado en declaraciones a la prensa que no se reunirá con la plataforma convocante de los paros. En su lugar, sostendrá encuentros con el Comité Nacional, pues a su juicio, este «representa al sector y a las pequeñas empresas».

«Hoy hemos convalidado real decreto con medidas que van a ayudar al sector. Es un acuerdo histórico. Ayer nos comprometimos a seguir trabajando para recoger en el Plan Nacional de Respuesta otras medidas que puedan ayudar a soportar esta situación y ayudar a un sector que es muy importante para nuestra economía y está sufriendo las consecuencias», expresó la ministra.

Además, Raquel Sánchez ha pedido a los piquetes del paro «minoritario» convocado dentro del sector del transporte de mercancías por carretera que no le hagan difícil el desarrollo de la actividad a aquellos trabajadores que sí quieren seguir trabajando pese a esta situación.

Por su parte, la ministra portavoz Isabel Rodríguez ha respondido con dureza a lo que está sucediendo en las carreteras: «nada tienen que ver esas demandas legítimas, por el precio de los carburantes, con lo que estamos viendo hoy en las calles que ponen en riesgo la vida de quienes están trabajando y el abastecimiento de los productos básicos. Esto es un boicot en toda regla y está alentado por esos posicionamientos de odio que en nada favorecen al diálogo y a la convivencia»

Por su parte, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Planas ha anunciado una serie de medidas para garantizar el suministro de alimentos, entre las que destaca la movilización de 15.500 policías y guardias civiles. 

Imagen: depositphotos

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